26 febrero 2006

La nube negra... ataco de nuevo


Mas de una vez alguno de ustedes debe de haber dicho: “Este no es mi día”… bueno… aunque no me crean yo lo vengo diciendo hace meses, no es exagerar, pero mi vida se ha transformado en una verdadera mierda.
Me asaltaron en Brasil, me robaron el notebook con la tesis (y el respaldo también), me chocaron el auto, me quebré un hueso de la mano derecha y mas encima en el amor me ha ido pésimo. Trato de tomármelo con humor, de ser optimista y pensar que solo es el destino que me está tratando de desesperar, pero tanta mala cuea sucesiva derechamente me esta desquiciando.
Todo, todo lo que me propongo hacer me sale mal. Como muestra, en estos últimos dos meses: Estaba estacionado y un pelotudo me chocó el auto con un camión. Fui un fin de semana pa’ la playa y la cabaña no tuvo agua los dos días y nadie sabe por qué. Me fui de vacaciones, quise hacer rafting y me quebré un metacarpiano al caerme en el bote, yeso y tratamiento por un mes y medio.
Meado de perro… con luces y subrayado… y aquí estoy, enyesado, me cuesta escribir, no puedo tocar guitarra y mas encima solo… tal vez es eso lo que me tiene mas depre, no es tanto la mala cuea, si no lo solo que me siento, sentimentalmente hablando.
Creí que había logrado por fin encontrar a alguien que me llenara, estaba mas cerca de lo que pensaba, fueron dos semanas la raja, hasta podía ver a los angelitos a poto pelao saltando de una nube a otra, pero todo terminó por complejas razones.
Es increíble como la compañía femenina puede apaciguar este tipo de avatares de la vida. La reacción ante las adversidades es diferente, es la música que calma a la bestia.
Pero bueno… tendré que seguir esperando a que mi suerte cambie y que el angelito maricón de cupido se deje gueviarme, por suerte mi ánimo sigue estable, no me gustaría caer de nuevo en un bajón como hace años atrás. Ojala que de una vez por todas, algo me resulte fácil en la vida.

Vacaciones... dulces vacaciones, si no fuera por...


Vacaciones, los 15 días hábiles mas esperados del año, hace tiempo que no tenia vacaciones buenas, o porque tenia que trabajar el verano, como varios estudi-hambres de este país, o simplemente porque no tenia plata.
Esta vez era diferente, después de un año de ardua pega me merecía unas buenas vacaciones. Pensé en recorrer gran parte del sur y lo hice, fui solo, porque no tenía a nadie que me acompañara, pero bueno, me arranqué no más.
Me fui directo a Pto. Montt, me bajé del bus y tomé un tour a Petrohué, vi los saltos de agua, el lago Todos los santos, estuve en Pto. Varas, perdí plata en el casino (era que no) y me comí un asado al palo en Ensenada. Al otro día, fui a Chiloé, vi el Fuerte San Antonio y almorcé un curanto en Dalcahue, además de los palafitos y la iglesia de Castro. También en Castro me topé con la Feria Costumbrista, Chichita de Manzana, harto campo y mucha entretención.
Al día siguiente, a Pucón los pasajes, linda ciudad, el volcán Villarrica de fondo y güen carrete nocturno, los Ojos del Caburga y el rafting en Rio Trancura… pero… hasta ahí no mas llegamos… en el rafting, había un rápido clase 6 que no se puede pasar con turistas, así que nos tuvimos que bajar, y al subir nuevamente, una ola desestabilizó el bote y me caí dentro, me safé el dedo… a lo Rambo lo volví a su lugar con un dolor de puta madre, pero quedé bien, no se hinchó el dedo ni nada, pero al otro día la mano era una pelota. “La mano?... pero si me cagué el dedo poh!...”. Fui al hospital, radiografía y paft!... fractura del 4to metacarpiano de la mano derecha, yeso y fin de las vacaciones. Me preguntaba cómo… cómo una caída tan gueona puede terminar en fractura, bueno, esa es responsabilidad de mi nube negra.
Ahí terminó todo, pensaba ir a los Saltos del Laja, al parque Conguillio, a las 7 tazas, pero no… pasaje de vuelta pa’ Santiago esa misma noche, ni la mochila me la podía poner solo, la mala cuea se fue conmigo al sur y va a seguir conmigo en Santiago, ya que tengo que hacer un tratamiento de un mes y medio si es que no me operan.
Ahora solo me queda ver que puedo hacer con una sola mano el resto de mis vacaciones, definitivamente, la nube negra también quiso veranear.

07 febrero 2006

Volar del nido... y tratar de no morir en el intento


En la mañana estaba leyendo una columna de Pepa Valenzuela en la revista “Zona de Contacto” (excelente columnista y por lo demás muy guapa ella) en donde le contaba a su mamá la decisión de irse a vivir sola. Aparte de ser una historia muy bien redactada, el tema me remeció porque es un paso bastante grande en la vida de un ser humano joven… lograr la independencia siempre ronda en la cabeza.
Es bien difícil, yo lo tuve que hacer a los 22 años, cuando terminé la Universidad y entré al agotador mundo laboral. El Huaso Crucino se me salió por los poros al principio: salir de provincia y llegar a Santiago sin saber siquiera que micro tomar… leyendo una a una las estaciones del metro pa’ no pasarme… con el mapa en la mochila y metiéndome a Mapcity cada vez que iba a algún lado. Pero claro, una cosa es no ubicarse en la capital (aun no lo hago) y otra cosa es vivir independiente de tus viejos. Podría decir que por suerte mi vieja ya estaba un poco acostumbrada, porque estuve los 5 años de la Universidad viviendo fuera de casa, pero no… no es lo mismo, porque aun dependía monetaria y sentimentalmente de mi vieja y además vivía bajo el amparo familiar de la casa de mi tía Sonia. Así que irme a vivir solo fue muy diferente. Sentir los estragos del hambre matinal cuando se me olvidaba comprar pan el día anterior, contemplar la montaña de platos y ollas sucias. Dejar la cagá en la cocina al tratar de dar vida a una obra culinaria. La dieta balanceada de huevos, arroz y fideos. Apelar a la imaginación al darse cuenta de que no te quedaba confort… (terrible, pero pasa). Quedarse sin agua porque se te olvidó pagarla… etcétera, etcétera, etcétera… Todas esas son pruebas que te pone por delante la madre independencia. Por suerte me vine a Santiago con unos amigos y he tenido con quien cagarme de la risa por estas situaciones, además de transformarse en mi familia.
Pero en fin, todo tiene su precio, al final es rico tener tus cosas y sentir que tienes el mundo en tus manos… que puedes hacer lo que te de la gana y de paso, dejar contenta a tu vieja porque le estas demostrando que puedes ser responsable… por que le estas demostrando que su polluelo pudo volar del nido y que ahora debe preocuparse solo de ella, porque yo también lo estoy haciendo desde mi propio hogar.