25 abril 2007

El poh, el deportista... jajajaja


El fin de semana pasado fui a correr los 10 kilómetros de Reebok, mi desafío era bajar los tiempos obtenidos en los 10k de la Nike y de la Adidas, me propuse entrenar las semanas precedentes a la carrera, pero el carrete y el cansancio pudieron mas así no hice ningún tipo de preparación y la noche anterior dormí poco… dormí bien… muy bien… pero poco. Bah, pero filo… así se forma un verdadero Caupolicán guerrero, el macho semental criollo, el huaso omnipotente… no importa lo que pase el día anterior, había que correr igual.
Cagao de sueño me levanté a las 7 de la mañana día domingo (si… domingo a esa hora) para ir a correr, el frio congelaba hasta la gutapercha del premolar 13, pero había que mentalizarse en el triunfo, la derrota no formaba parte de mi vocabulario…. Precalenté un poco, unos pocos sorbos de Gatorade, en el personal sonaban los Red Hot y la carrera comienza…. Trote suave los primeros kilómetros para dosificar energía y relajado por providencia dentro del lote de gente con sus poleras celestes, el evento es súper lindo y conmovedor, deportistas en sillas de ruedas, chicas cuiquitas con sus aparejos de marca y trajes ultratecnológicos de alta competencia, abuelitos runners, muchachos con cara de milico y depilados (bien gay por lo demás) y familias enteras con niños por doquier. Un par de esos niños comenzaron a correr al lado mío app. en el kilómetro 3, los vi conversando muy animadamente y de sapo les puse atención, estaban hablando de las pruebas del colegio y de otras cosas, yo a esa altura ya empezaba a sentir el rigor de la prueba y la respiración controlada se me estaba agitando, ellos empezaron a tomar ventaja mientras se reían de lo mal que se veía su profesora con ese traje azul del viernes… empecé a cuestionar mi estado físico… cómo unos pendejos de 14 años iban a ser más fuertes que yo?... ustedes saben poh… cuando se hiere el orgullo de un guerrero, éste busca su reivindicación. Apuré el tranco con el afán de alcanzarlos por lo menos, lo hice y me mantuve a su lado, a esa altura ya iban conversando de que combinación de botones hacer en el Play Station para sacar la patada voladora-destructora-megaultrapoderosa-y-no-se-que-wea-mas, ya era el kilómetro 5 y mi respiración ya era agitada, sentía que hasta el hielo de los copetes se me salía por los poros en forma de sudor. Por suerte aparecieron los vasitos con Gatorade en el camino y caminé un poco para beber tranquilo.
Kilómetro 6 y retomé fuerzas para alcanzar a “estos niños” (ya a esa altura eran “estos pendejos de mierda”… sorry, estaba picado), al paso que iba los logré pillar en el kilómetro 7 y yo ya estaba pa’ la corneta, pero podía mas… si aún podía mucho mas… pero me resigné y los dejé pasar… que se fueran, váyanse lejos malditos pueriles, flemáticos videojuego-dependientes, ya los quiero ver a los 24 después de la Universidad y trabajando… maldita sea, me concentré en aguantar lo que quedaba de carrera y seguí escuchando los beats del bajo de Flea, casi llegando al kilómetro 8 iba exhausto pero feliz de estar completando la carrera y de pronto pasa a toda velocidad un pendejo de unos 8 años por mi costado izquierdo… que creen que ustedes que hice yo?... si, justamente… lo dejé pasar no mas… a esas alturas ya no estaba pa’ demostrarme nada, solo quería terminar.
Llegué a la meta cuando el reloj cronometró 52:38, mejoré levemente el tiempo del último 10k pero no es el mejor que he hecho. Bueno, no importa, lo pasé muy bien, me relajé un poco y las ampollas de aquella proeza me acompañarán un par de semanas hasta el próximo 10k, que espero sea pronto... tiembla Cristian Bustos!!! Jajajaja.
Finalmente, el análisis de la carrera me lleva a pensar en dos cosas, o me quedo con que ya mi etapa de deportista pasó y lo dejo en el “hobbie que de repente practico después de la pega”, o me resigno a pensar que ya mi cuerpo está carreteado con tanta pega y estrés… sin mencionar los excesos universitarios… efectos colaterales que aun me acompañan, 2 años después.
Bah, da lo mismo, el carrete es el carrete, el deporte es el deporte y pueden vivir perfectamente en comunión y armonía… la democracia lo permite no?, ya poh… díganme que si… jejeje.