29 septiembre 2010

Tu vuo' fa' l'americano - Part III


Si hay algo que tienen los gringos (y en general los países desarrollados) es que cuando emprenden algo siempre es en grande… para que hacer un parque o museo cualquiera, hagámoslo a lo grande… y planifican todo, desde los contenidos hasta el merchandizing.

Pues bien, hasta ahora, en esta visita al hemisferio norte he tenido la oportunidad de visitar un par de lugares que de verdad es difícil de encontrar en otra parte del mundo, menos en Sudamérica.

Primero fui al “Rock and Roll Hall of Fame and Museum”, lo tenía en mente desde que supe que iba a Cleveland, la verdad es que fue imposible sentir la piel de gallina ahí dentro, te sientes rodeado de historia, de emociones, de recuerdos. Joyitas como la guitarra de Hendrix, los trajes del POP Tour de U2, manuscritos de canciones de Metallica, AC/DC, dibujos de niño de Jim Morrison, el guante diamantado de Michael Jackson, el traje de Elvis, los lentes de Lennon y muchísimas otras cosas que te dejan pensando “hey… estoy en medio de la historia”. Es como si un paleontólogo viera un dinosaurio, para un amante de la música no hay mejor lugar que el Rock and Roll Hall of Fame de Cleveland, donde también hay sectores dedicados a los inicios del rock, con los prototipos de las primeras guitarras de Les Paul, con el cilindro de cera de Edison, donde se realizó la primera grabación de la historia, hace mas de 100 años. En resumen, es un paraíso para cualquiera que guste del rock, hasta me cuesta no emocionarme mientras escribo y me acuerdo de tan notable lugar, estuve todo el día y ni siquiera fui a almorzar para recorrerlo completo antes de la hora de cierre. Definitivamente recomendable.

También existe en el estado de Ohio otro lugar realmente increíble para el gustoso de las emociones fuertes. Como les decía, los gringos son especialistas en hacer cosas extremadamente fuera de serie y el “Cedar Point” es una de esas. Para que hacer un parque de diversiones mas, si podemos hacer el mejor del mundo???. Pues lo hicieron, tienen las montañas rusas más asombrosas del planeta, premiados muchísimas veces y que te dejan con la adrenalina a full, Fantasilandia es un sudoku al lado de este parque, pero realmente, el que me dejó blanco fue el TOP THRILL DRAGSTER, es un maldito carro que acelera a 193Km/hr en menos de 4 segundos, sube a esa velocidad hasta los 128 metros de manera absolutamente vertical, para caer de nuevo a 193km/hr totalmente en 90°, en un viaje del demonio que dura 30 segundos… pero que te deja hablando todo el día. Les dejo un videíto para que dimensionen mi cuasi ataque cardiaco... lejos, lo más increíble que he hecho... con ropa...



En fin, Si bien EEUU puede ser un poco apático con los sudacas, pueden ser paranoicos y muy autoreferentes, pero de que hacen cosas increíbles, vaya que las hacen.

20 septiembre 2010

Tu vuo' fa' l'americano - Part II (La Tapá' de Hocico)


Listo, ya está, el pueblo norteamericano no se demoró ni una semana en taparme el hocico, si Ud. amable lector, leyó mi anterior vilipendio “Tu vuo' fa' l'americano - Part I”, se habrá enterado que mi primera impresión no fue la más acogedora, pero tampoco fue la más certera.

El viernes pasado, luego del curso al cual asisto, a la hora de almuerzo el comedor tenía algo distinto, las cajas donde se paga el almuerzo estaban vacías y había música afuera, en la puerta que da a uno de los estacionamientos. El almuerzo del día era gratis, y por qué???... simplemente porque era viernes, la gente se relaja, de forma especial había una expo de autos clásicos afuera, con Camaro SS ’68, Ford T ’49, Corvette ’68, Mercury, Motos y muchas otras joyitas, además de juegos de esparcimiento, pop corn y otros… por qué???... porque es viernes!!!... las personas disfrutan de su vida, disfrutan de la alegría y en la mayoría no hay miedo al ridículo, si hay que tirarse pasteles en la cara, hasta los jefes participan, y lo vi con mis propios ojos en un juego que había.

El sábado, me di una vuelta por un centro comercial bien pirulo de por acá, algo así como el Alto Las Condes pero con calles interiores, donde hay un escenario central en donde se presentaba un grupo local en vivo, mientras cenaba algo en la terraza vi como la gente se tomaba las áreas verdes, con sillas de camping, cobijas en el pasto y cosas para tomar, literalmente hacían suyo el parque mientras algunos bailaban al ritmo del rock and roll clásico de la banda. Debo especificar que la gente que cantaba eran de promedio 40 años, tocando canciones de The Hollies, Creedence, Muddy Waters y esa onda, no eran “bailables” como para que la gente saliera a bailar, pero todo el mundo lo disfrutaba, independiente de la edad de los asistentes, hasta los niños salían a bailar y saltar. Me refiero con todo esto, a que la gente asiste a los espacios abiertos dispuesta a disfrutar de lo que se ofrece, ya sea música en vivo, expo de autos o juegos tradicionales, tienen en su idiosincrasia disfrutar sin pensar en que están haciendo el ridículo o que los van a mirar raro, es solo un “quiero bailar… y que tanto?”.

Ahí es donde radica la gran diferencia con nuestra idiosincrasia, yo nunca he visto a un montón de viejos cuicos bailando al ritmo de “Pretty Woman” en un show en un mall, porque de inmediato sale el fantasma de “ay, nos vamos a desperfilar”, “que van a decir los demás”, “que atroz, que vergüenza”. Filo, la gran enseñanza que me dejó este país en estos últimos días es que la vida está hecha para disfrutarla, no para vivir de apariencias, ciertamente es algo que todos debemos aprender de nuestros vecinos de por acá arriba. O sea, me acaban de hacer un verdadero tapadón de hocico.

16 septiembre 2010

Tu vuo' fa' l'americano - Part I


Yo sé que hay muchos que ya han estado en EEUU y que incluso han vivido ahí, pero les pido que lean estas líneas como el huasito que soy no más. No me juzguen por ser picante.

Luego de estar 1 hora pasando por la policía de investigaciones (solo estaban abiertos la mitad de los puestos control) por fin me embarqué en el avión. No quiero sonar pasado a rollos pero hay un silencio sepulcral en el vuelo que va lleno de gringos, pocos chilenos, para un estadounidense no creo que sea muy grato viajar a EEUU en un American Airlines en un 11 de septiembre.

Llegamos a Dallas y de inmediato se nota el cambio organizacional, había unas 300 personas en inmigración y se procesaron en poco menos de una hora, luego vino lo esperable: revisión, interrogatorios personales “cuanta plata lleva consigo”, “tiene familiares en EEUU?”, “a que viene?” etc, etc. Sacarse los zapatos, el cinturón, la chaqueta, pasar por el control solo con pantalones y polera, y todos te miran para ver cualquier movimiento extraño… ciertamente te pone nervioso un negro de 2 metros con cara apática que te está mirando todo el rato.

Luego de todo el proceso, esperé mi vuelo hacia Cleveland, comiendo un Sándwich y tomando un jugo mientras veía televisión, se ve que la televisión gringa penetra mucho en las personas, estuvieron toda la mañana hablando del atentado del 9/11 y de si “América es segura o no”, eso provoca que la gente también hable de eso, y mucho. Finalmente, recojo mis cosas y llego al hotel, como esta es una ciudad relativamente pequeña, para EEUU por supuesto, el ritmo no es tan rápido.

Apenas llevaba un par de días acá y ya había visto todo lo que vi en las películas, el primer día me decidí a recorrer la ciudad y vi las casas con jardines grandes y sin rejas, al paco detrás del cartel con el motor encendido por si aparece un corredor, la morena con la chasca onda Macy Gray… todo lo que es USA. Incluso, hay calles en las cuales no hay veredas, porque todos andan auto, caminando me sentía como si pisara los jardines de la gente, nadie andaba a pie por las calles, incluso me preguntaba si estaba haciendo algo ilegal.

El hotel en donde hospedo queda lejos (si vas a pie) y como todo el mundo anda en auto, no hay espacio para el peatón, por lo menos lejos del centro. Por suerte, la compañía me pasó un auto mientras dura mi estadía (una VAN gigante y automática, muy al estilo americano) y con eso me muevo a todos lados y así me la he pasado en un curso lleno de gringos, que siempre están en su onda, no les importa mucho si tu eres extranjero y no entendiste sus modismos cuando hablan rápido, si entendiste bien y si no da lo mismo, solo son ellos y el resto si se adapta bien y si no, da lo mismo también. Hasta ahora, no ha habido mucha sorpresa, el pueblo americano es justo como me lo había imaginado… no existe mas mundo debajo de Texas. Espero me sorprenda y cambie mi primera impresión, me queda harto todavía por acá.

Ahora escribo esto bajo una densa tormenta eléctrica, con rayos, truenos, relámpagos, viento y una lluvia de los mil demonios, creo que será un 18 un poco… diferente.

02 septiembre 2010

El Hospitaolimpo y sus Diostores


No les voy a mentir, creo que hasta los 14 o 15 años, mi sueño de futuro era ser médico, eso hasta el mouse de un Pentium 75 tocó mi mano, y me empezó a atraer la ciencia, la tecnología, la electrónica, la ingeniería y todas las mierdas a las que me dedico hoy. Desde ahí, miré la medicina desde lejos y ya en la Universidad la vi desde el punto de vista del “soporte” para que los médicos hagan su “magia”. Viendo el mercado de la Salud desde ese prisma, me he dado cuenta de la buena decisión que tomé en no estudiar medicina. Es un mundo lleno de arrogantes e incluso a veces humilladores (con varias excepciones por supuesto). Hoy, por un momento me sentí como una diminuta polilla revoloteando alrededor de una poderosa e imponente ampolleta, paso a relatarles mi mañana:

Por esas cosas de la pega, me relaciono generalmente con los tecnólogos médicos, especie relativamente simple y con los cuales se puede entablar fácilmente cierto grado de amistad, podríamos llamarlo “gente común”. Pocas veces tengo interacción profunda con los médicos, porque a la mayoría no le interesa lo que yo haga, mientras el equipo le siga reportando lucas al bolsillo. Pero hoy, tuve que revisar una estación de trabajo de imágenes médicas que estaba situada dentro de una sala de informe de los médicos radiólogos de una ultra cuica clínica privada del sector oriente de Santiago.

Apenas abrí la puerta, sentí las miradas de “bicho raro” enviadas por los personajes enfundados en sus impecables delantales blancos. Antes que nada, saludé a los presentes (eran 6 médicos radiólogos) con un “buenos días”, el cual solo fue respondido por un par de ellos, me presenté y avisé el propósito de mi visita, una simple revisión. Uno de ellos, al parecer el líder de la manada, me indicó los problemas y me puse a trabajar. Mientras trabajaba en el equipo, escuché y observé el comportamiento de los presentes, intentando pasar lo mas desapercibido posible, mientras ellos dictaban los informes de las placas, conversando de su fin de semana en la laguna y de lo maravilloso de los iMac.

En un momento entró la secretaria a dejar unas placas para revisión y se produjo un ameno diálogo con el líder de la manada:

- Secretaria: “doctor, las placas del caballero del tumor”.

- Doctor: “llegó la odiosa de las placas” (esbozando una sonrisa en claro afán de broma)

- S: “sip… para el odioso de los informes” - todos rieron – “si tan solo tuviéramos médicos más simpáticos…” (dejando las placas y retirándose de la sala).

- D: “… Si tan solo tuviéramos secretarias más ricas…!!! jajajaja… como estuvo esa???... estuvo buena cierto?... jajaja”

Yo rogué que la señora ya hubiera salido de la sala cuando el desatinado tiró su comentario, los demás rieron por cortesía, como cuando el jefe tira una talla fome y todos se tienen que reír solo porque es el jefe… el imbécil los miraba a todos mientras repetía “estuvo buena cierto??? Jajaja”, como diciendo “que bacán que soy”… incluso me miró a mí, pero yo no moví un musculo de mi rostro, mi cara debió ser tan seca como un moai. El hecho fue de tanta arrogancia del médico que me hizo sentir pena por el sistema, salí un rato de la sala para sacarme la escena de encima.

Lamentablemente, este tipo de cosas pasa mucho en el ambiente, tengo un amigo que se quiso meter en la pata de los caballos y ocupa un cargo administrativo de mucha importancia que tradicionalmente lo ocupan solo médicos, es el único Ingeniero entre seres de cotonas blancas, y ha sufrido varios “y quien eres tú para decirme eso?” o “que vas a saber tu?” o simplemente un seco “tú sabes quién soy yo?”, no es raro que un médico adopte estas actitudes ya que la gente aún los eleva a categoría de dioses, dándole una desmedida cuota de poder sobre sus propias decisiones de vida.

Ya estaría bueno que nosotros los usuarios del sistema de la salud vayamos haciéndonos valer como personas, y no porque un médico se le ocurra insultar o mofarse de alguien solo porque es alguien “importante” tenemos que asumir que son intocables, porque no es así, son personas como todos nosotros, se equivocan como todos nosotros y lucran bastante con una pega que si bien es muy trascendental no les da derecho caminar levitando por los pasillos de los hospitales o pisotear a los demás “no colegas”. Obviamente, esto es la generalidad y se demuestra mucho más en las clínicas cuicas y “exclusivas”, debo reconocer que en regiones y en los hospitales más humildes no se ve tanta pedantería, la profesión de médico pasa más por vocación que por las lucas en el bolsillo.

Finalmente, luego de un par de horas y terminado mi trabajo, di mi reporte y me despedí cordialmente, y como es habitual, el médico ni siquiera me miró mientras le hablaba y tampoco se despidió con la misma cortesía… lamentablemente, es habitual en estas “clínicas exclusivas”.