
Hay muchas cosas o situaciones que en tu infancia son capaces de definir tu identidad y tu personalidad.
Estando en el colegio, en La Cruz, haciendo el típico trabajo de artes plásticas con goma de pegar (se me cayó el carnet… eso ya no existe) y legumbres varias, por abrir el frasco de goma con un alfiler se me reventó y me cayó sobre el ojo izquierdo, inflamación severa del lagrimal y la cornea empapada de tóxica goma irritante… emergencias, oftalmólogos que nada podían hacer y a Valparaíso para reparar el ojo… a mi vieja casi le da un infarto y casi quedo con un daño permanente en la visión. Esa fue la primera vez que fui a un oftalmólogo. Gracias a ese incidente, el médico me descubrió un astigmatismo hipermétrope que con los años se fue estabilizando.
Sin duda, que para un pendejo de 8 años usar lentes no es muy agradable… al jugar se quiebran, se caen, te molestan… si a eso le agregas un ambiente en el que cada cinco minutos te tiran una broma pesada, la personalidad retraída o tímida se hace notar. Creo firmemente que mi forma de ser sería distinta si no hubiese usado lentes desde pequeño, si bien siempre fui medio simpático y metido en todas, tengo un cierto grado de timidez y antipatía que ciertamente lo asocio a mis prematuras gafas, horribles por lo demás, como era cabro chico, un marco metálico y estilizado no me servía porque los pasaba quebrando, asi que tenían que ser de esos plásticos grandes… peor aún.
Cuando era mas grandecito, obviamente me puse mas pretencioso, y empecé a usar lentes mas estilizados y modernos, pero igual no funcionaba mucho con las minas porque en ese colegio (bien limitado por cierto) usar lentes era sinónimo de perno y LOSER (lean también la columna “Y todos íbamos a ser Loser”) así que empecé a sacarle partido a la pinta de “intelectual”.
Ahora mas grande ya compre lentes con marco al aire, policarbonato y cuanta gueá existiera en el mercado pa’ darle estilo y comodidad a mi visión. Así y todo siempre ha existido la incomodidad de que se caen, se trizan y se doblan, incluso en las situaciones mas “intimas” son incómodos… cuantas veces pasé fines de semana enteros sin ver ninguna gueá porque tenía que esperar hasta el lunes para ir a repararlos a la óptica.
Jugar a la pelota de noche era una odisea, me hacia el gueón… pero de verdad no veía nada… ríanse no mas, pero es verdad.
Pero ahora… ahora mi vida cambió para siempre…
El martes y miércoles pasado, me operé con Lasik (Técnica para solucionar problemas refractivos con Láser Exímero) ambos ojos, y de verdad… aunque suene cliché… terminar con la dependencia con los anteojos cambió mi vida, y para siempre. Es increíble lo raro que se siente no usar mas lentes después de 15 años de maldita dependencia.
Mi cara cambió, mi actitud frente a algunas situaciones también… ya no hay caso con mi personalidad, ya soy así y no creo que cambie por ya no usar lentes… pero mi vida ciertamente se hará mucho mas cómoda. Adiós a las gafas… estoy feliz… no existe ningún adminículo entre la vida y mis ojos, ya no tendré dolores de cabeza ni mareos por tener los lentes chuecos y de verdad nada, nada puede compararse a ver el mundo con otros ojos… mis propios ojos.