
Desde que me operé los ojos a fines del año pasado (léase “ver la vida con otros ojos”) que me propuse hacer un vuelco en mi curso normal de vida, quería estar bien conmigo, quería sentirme bien, buscar eso que llaman felicidad.
Pues bien, empecé a meditar mucho sobre qué es lo que me convenía, qué me hacía feliz o que personas eran aporte a mi vida o no. Así pues, cambié muchos de mis hábitos, empecé a retomar el deporte, estoy fumando harto menos, me di cuenta de que habían amigos que no lo eran tanto y privilegiaban más los intereses personales por sobre la amistad, me alejé un poco de ellos y me acerqué mas a los amigos que siempre estuvieron y que si valen la pena, yo los cuido y ellos me cuidan, esa es la idea no?. Además, terminé una linda relación que costó mucha sangre concretarla… de esas relaciones que se hacen casi a la fuerza, fue bueno porque aprendí mucho más de lo que entregué, pero forzar las cosas a veces no es muy bueno, incluso cuando es lo que más deseas, en esos casos hay que ser racional y pensar con la materia gris en vez del miocardio… finalmente aprendí que cuando pasa mucha agua bajo el puente es por algo, bueno o malo, es por algo, y ahí hay que detenerse a pensar. Terminé con esa relación y creo que fue para mejor porque el destino es un poco cruel y de una u otra manera igual terminaríamos separados. Pero… el mismo cruel destino se vistió de Cupido y me reencontré con mi eterna media naranja… mi Chiquitita… nos conocemos hace 9 años, desde el colegio y este es nuestro tercer round, esas relaciones en las que siempre estas sobre la línea del amor y odio, y que en este caso desapareció por arte de magia y fulminantemente se quedó en el lado del amor, este cambio de mentalidad me ha hecho amarla como nunc a y el sentimiento es mutuo… por fin, me toca la reciprocidad del amor. Yo homologaría esta relación a la película “Eternal Sunshine of the spotless mind”, en donde las almas gemelas siempre terminan juntas, aunque incluso lo borres completamente de tu memoria.
Pero bueno, aparte de todos estos pequeños grandes cambios, que me han hecho muy bien por cierto, está ahora el más grande de todos… me cambio de pega, un cambio bien drástico considerando que dejo de lado los ecógrafos para dedicarme a los scanners y mamógrafos, pero muy enriquecedor en términos profesionales. Me voy a una compañía más grande, con mejor sueldo y una proyección bastante importante, creo que es el cambio que me faltaba para sacarme los lentes oscuros y mirar un poco más hacia el horizonte, al fin y al cabo… acabo de cumplir 25 años, tengo todo el derecho a arriesgarme y buscar lo mejor. Además me siento muy conforme con lo que aporté en la empresa antigua, por eso estoy tranquilo, porque me voy por la puerta ancha y sé que mi ausencia se va a notar, profesional y personalmente, pero como lo expuso Tim Burton en ese peliculón llamado “El Gran Pez”, un pez grande siempre se quedará chico si está en una pecera chica, me estoy yendo a un acuario grande… ya veremos cuanto crezco.
Empiezo un nuevo camino que espero continúe pavimentado. Por lo menos creo que me irá bien, este cambio viene a coronar un año que tiene que ser bueno, porque el año pasado fue como la corneta, así que ahora sí que sí, es de esperar que de una vez por todas Claudito tenga su nube negra lejos, muy lejos.
A mis ex colegas les agradezco todo lo que compartí y a todos ustedes, amables lectores, les pido me deseen suerte, la voy a necesitar.