Iorana Rapa Nui

He tenido la oportunidad de ir varias veces a Isla de Pascua, por la pega claro, y como suele pasar en las visitas recurrente que no son por placer, sale a relucir el lado B del destino, lo que no está en los folletos turísticos, eso que siempre se barre bajo la alfombra.

Nunca me ha llamado la atención la isla, y si no fuera porque depositaron la confianza en mí de hacerme cargo de la puesta en marcha y el mantenimiento del primer Tomógrafo del nuevo hospital de Hanga Roa, ni siquiera me habría ofrecido, la Isla no me parece tan atractiva, pero me dejé llevar con la firme intención de que me taparan el hocico y la misma isla me hiciera cambiaran de opinión, en cierta medida lo ha hecho.

La primera vez fue llamativo, sí, hay una energía especial, como toda isla, la gran presencia de turistas genera un buen ambiente, se puede conversar con un checo en un restaurant o con un italiano esperando un taxi, sus atractivos naturales son exquisitos, al margen de los moais, recorrer la isla en bicicleta, ascender hasta el Rano Kau, Orongo, Anakena, etc. Atractivos naturales que están bastante bien cuidados, gracias también al alto precio de las entradas a los parques (para nacionales, entrar a Raro Raraku sale $10.000 por persona, para extranjeros cuesta US$60.-). Y la gastronomía uf… pa’ que te cuento lo es un cebiche de Atún, preparado tropical.

Esencialmente, allá hay 3 tipos de turismo, el TURISMO APERRADO, donde te puedes quedar en cabañas para 8 personas, campings, etc, llevando tu propia comida desde el continente, con mucha caminata e incomodidades, se puede pasar bastante bien si vas con varios amigos. Está también el TURISMO ESTÁNDAR, con hoteles de 2 estrellas (con suerte) y precios bastante caros (entre US$80 y US$150) la habitación single. Con Tours a la rápida, buceo, arriendo de auto, etc, donde te puede salir bastante más caro que el mismo pasaje aéreo, que ya sale caro. Y finalmente está el TURISMO ELITE, con hoteles como el Explora, donde si el huésped quiere ir a nadar empelotas a la playa a las 2 de la mañana, le ponen una Van y le pasan toallas para que lo haga, se ofrecen aviones privados y comodidad por doquier, claro, por módicas sumas desde US$3.300.- las 3 noches, all inclusive.

Además, en los folletos turísticos nadie te explica la idiosincrasia de los isleños, la mayoría son mañosos, huraños, flojos, prepotentes y narcisos. Frecuentemente, te encontrarás con gente bien pesadita si tienes algún tipo de problema, los Rapa son problemáticos, hay mucha gente que es del Continente que se ha ido a vivir allá que tiene un poco más de paciencia. Ojo, no se engañe, vida nocturna tampoco hay mucha, incluso hay discos en que no se permite el acceso a gente que no sea Rapa. Puede ver bailes típicos, claro, por la módica suma de $30000 por persona, con cena.

Es bien sabido también que gran parte de la población Rapa Nui desconoce la soberanía de Chile sobre la Isla y grita a viva voz que desearían pertenecer a la polinesia francesa, por su “cercanía” con Tahití (4200 kms, queda más cerca Santiago a 3800 kms), claro, hágalo!, pero pague los impuestos que se pagan en Francia, a ver si puede aguantar los precios que se pagan en Papeete (mucho más desarrollado que Rapa Nui, por cierto), convenza al consejo de ancianos de vender tierras a los inversionistas, etc. No se puede tener todo cierto?. Hago énfasis en esto, porque si Chile no sacara réditos indirectos de la soberanía sobre la isla, para el gobierno sería un verdadero cacho. Por ejemplo, en toda la isla, los empresarios no pagan IVA, el permiso de circulación sale $700.- independiente del auto, hay costosas inversiones en fomento del turismo y el último hospital nuevo demandó una increíble inversión de US$20.000.- per cápita, impensado para el continente. Imaginen un hospital de lujo, con Radiología, Tomografía, UCI, Pabellones, Urgencias, para una población de 6.000 personas, en Santiago, para 30.000 personas con suerte se hace un consultorio primario.

A los Rapa les gusta que el gobierno los mantenga, pero desconocen su soberanía, en cierta medida tienen razón, dice la leyenda que cuando el emisario de la Armada de Chile, Policarpo Toro, encargado de anexar la isla a territorio Chileno, le propuso un protectorado al consejo de ancianos para defenderlos del esclavismo impuestos por embarcaciones de distintas nacionalidades (especialmente Españolas, para variar) en el año 1887. El rey Atamu Tekena, tomó un pedazo del suelo a sus pies, él se quedó con la tierra y le entregó el pasto al emisario, aceptando el acuerdo, pero no su poder sobre sus tierras, desde ahí el gobierno de Chile se ha encargado de proteger y mantener la Isla. Nunca hubo una entrega de soberanía, y todo por un engaño vil y ruin, muy a la chilena, en este tratado, se escribieron dos documentos, uno en  español y otro en  rapanui, en el español decía explícitamente, soberanía del gobierno de Chile, pero en el rapanui, la traducción era “mau te hoa kona”, algo así como “amigo del lugar”, de ahí todo el conflicto. Luego, durante la primera mitad del siglo 20, la Isla de Pascua fue descuidada, entregando sus tierras (y ocupantes) a ganaderos Ingleses y ocupándola como destierro de leprosos. De ahí, el actual enojo de sus habitantes, especialmente los más viejos, sólo desde el año 1966, bajo el gobierno de Eduardo Frei Montalva, donde se reafirmó la soberanía Chilena, y se le otorgaron derechos de ciudadanía a sus habitantes, que se ha tratado mejor a la Isla, con los beneficios y cuidados con que actualmente cuentan.

Cabe señalar, que este “Protectorado” es peculiarmente difícil, según el consejo de ancianos, no se pueden vender tierras a personas que no sean Rapas, además, solo los Rapas (o sus cónyuges) pueden tener negocios. De todos modos ha habido casos fraudulentos, como el Hotel Explora, explotado por gringos, llenaron de billetes a un Rapa para que les diera una concesión del territorio por 30 años, ganándose el odio del consejo de ancianos, pero como siempre, las lucas mandan. Además, toda obra en la isla debe ser aprobada por el consejo de ancianos, los cuales no siempre tienen las mejores decisiones, por ejemplo, cuando se construyó el hospital nuevo, una de las exigencias del consejo fue llevar a vivir a la isla un médico especialista en Lepra, aunque la isla está libre de este bacilo hace más de 20 años, ellos aún creen necesario un especialista, convencerlos de que había otras necesidades fue un desafío.

En fin, cada vez que voy, siempre extraño ver paneles solares por todos lados, calefacción solar en las casas, cuidar más el agua (se extrae de napas subterráneas y algún día se va a acabar o contaminar), como dato, la energía eléctrica de toda la isla se obtiene mediante 2 generadores a Diesel (uno data del año 60), hay proyectos de una minicentral eólica en curso, pero claro, convenza Ud. A los Rapas de poner decenas de grandes molinos girando en una de sus costas… lo desafío.