27 marzo 2007

De Nubes Negras y Troncales


Está demás decir que el Transantiago está dejando la escoba con las ulceras de los santiaguinos residentes y adoptados como yo. Pero solo quiero contarles que pasa cuando los planetas se alinean sobre la cabeza de un simple y miserable mortal formando una pequeña pero empeñosa nube negra.
Por motivo de los desafortunados choques del mes pasado, tuve que dejar el auto en el servicio técnico durante un mes entero y justo fue en el inicio de la implementación del Transantiago. Solo se puede graficar con una frase: UN VERDADERO CAOS, pero bueno, me aguanté un mes en el metro-sauna, las colas interminables en los paraderos, los cierres de las estaciones de metro por tanta gente, duplicar el tiempo de viaje, etc, etc. Yo pensé que todo sería mejor cuando tuviera de nuevo mi tocomocho de vuelta, pero no fue tan así.
Hoy salí en el auto como todas las mañanas desde mi depto frente el Bellas Artes con destino Rotonda Atenas, donde está mi pega. Apenas salí había un taco horrible. Entonces por la radio (la Futuro… larga vida al rock & roll!) escuché a Guillier decir que José miguel de la Barra estaba atochado y la Costanera Norte muy lenta, así que me fui por Diagonal Paraguay, ya metido en plena calle, Guillier me vuelve a pegar un batatazo gonodal advirtiendo que Diagonal Paraguay estaba atestado entre Lira y Vicuña Mackenna… justo donde yo estaba… ya a esa altura llevaba casi 30 minutos de viaje y no había recorrido mas de 2 kilómetros. Para hacerle el quite a tanto auto y haciéndole caso a la radio, tome la decisión de irme por la ruta habitual, tomar Fco. Bilbao, Ya en Bilbao, la cosa se veía un poco mas expedita y ya estaba celebrando frente al volante por mi acertada decisión cuando en la esquina con Los Leones, un Peugeot 206 gris chocó en la mitad de la calle y estaba ahí, atravesado, tapando 2 de 3 pistas… había un chico tacoooo!!!!.... llevaba casi una hora y ni siquiera estaba en la mitad de mi viaje, maldiciendo el sistema de transporte que influye en que las calles están mucho mas atochadas y asquerosamente llenas de autos. Llegué a la oficina después de 1 hora 20 minutos de viaje (Normalmente me demoraba 30 minutos), después de un viaje mas que estresante, cansado y despotricando contra Zamorano, Navarrete, el ministro Espejo y cualquier tarjeta que asemejara a una Bip!. Por fin, me siento en el escritorio, prendo el computador, me sirvo un café y suena mi teléfono… tenía que salir urgente porque había un problema en el Hospital Clínico de la Católica, que queda… AL LADO DE MI CASA!!!... tomé aire, di un par sorbetes al café y con la cabeza agacha bajo las risotadas de mis colegas me tuve que devolver, por calles irónicamente muy expeditas.
El arreglo del auto tuvo unos pequeños detallitos, por lo que tuve que llevarlo nuevamente al taller, dejo el auto, firmo la orden de trabajo y salgo a la calle, cuando doy el primer paso en la vereda… paft… cae la primera lluvia cotota del otoño, de esas que se ven en el sector oriente, estaba en Av. Vitacura y, con esto del Transantiago, para ir a la oficina tenía que caminar hasta Manquehue a tomar una micro, caminé como 5 cuadras pa’ llegar al paradero, bajo una lluvia inclemente y mojado hasta el hipotálamo. Las micros pasaban llenas completamente, era un acarreo de gente increíble, lo primero que pillé después de varios minutos bajo la lluvia fue un taxi, a esas alturas era un ángel negro con techo amarillo caído del cielo.
Así las cosas, el sistema de transporte público a mi me parece muy buena idea, pero háganla bien, cumplan con la instalación de los GPS, optimicen las frecuencias en horarios punta, por favor pongan micros decentes… donde quedo la promesa de cuidar el ambiente?, porque las micros igual se quedan en pana? Porque falta tanta micro en las calles? Organicen mejor los recorridos y descongestionen el metro, es increíble como se trata a la pobre gente, somos verdaderos animales.
Tal vez la salida de Navarrete del sistema y la nominación de Cortazar al MINTRATEL ayude en algo a transparentar este entuerto y a obtener mejoras a corto plazo, porque así como esta la cosa, solo falta que a alguien le dé su día de furia y mate a cualquiera que se le cruce por delante… les habla uno que casi lo hizo.

09 marzo 2007

Yo soy tu Padre...


Si bien mantengo un Blog en el que cuento sabrosos detalles de mi vida personal, nunca me ha gustado mucho ventilar la vida privada o mi relación con otras personas, incluso, hay solo pocos amigos que han sido confidentes de mis mas oscuros secretos.
Pues bien, hoy les voy a contar a ustedes, queridos lectores, un episodio reciente que me hizo meditar, y creo que es bueno contarlo para que simplemente no le ocurra a nadie mas, es muy íntimo, pero creo que es bueno para mi descargarme y para el resto que sirva de moraleja, lección de vida o como quieran tomarlo.
Partiré por el principio, yo soy hijo de madre soltera y un padre casado con otra familia… es decir, el clásico Condoro… pues bien, yo lo supe desde que era un niño y la verdad, nunca tuve mayores problemas con eso, y tampoco me traumé por el hecho de tener un padre ausente (lo vi esporádicamente solo hasta los 10 años, después simplemente desapareció), en ese sentido mi mamá la hizo de oro, me supo inculcar el sentimiento de familia sin tener una “bien constituida”. La cosa es que mi papá siempre tuvo contacto con mi mamá, pero nunca conmigo.
6 Años después apareció como si nada en la puerta de mi casa y me dice si quería ir a tomar una cerveza con el y mi vieja, en esa oportunidad me dijo que nunca era tarde para empezar el contacto o para tener mas acercamiento entre ambos… “porque mal que mal… eres mi hijo”, yo le dije que encantado, pero obviamente el que tenía que acercarse era él. No lo hizo, y solo apareció el año pasado un día para encontrarnos en el juzgado, porque quería dejar de darme la pensión alimenticia judicial porque ya tenía 24, la edad máxima estipulada por la ley. Yo feliz, porque no quería depender en ningún sentido de él. Esa oportunidad me dio lata, porque me acordé de las intenciones de acercarse a mi que nunca cumplió, de las ilusiones que me hice cuando era pendejo de, por último, saber un poco mas de él, me dio lata que solo se viniera a mi para sacarse un cacho de encima. Un afortunado encontrón en la calle hace meses atrás, me dio la esperanza de que tal vez ahora, de viejo, la cosa puede cambiar, un saludo, un como estas y un abrazo de despedida me hizo pensar en un “Mish…!!!”, cosa que no ocurrió. A todo esto, yo siempre supe que el tenía su familia formada, con 2 hijos menores que yo. Su esposa, sabe que yo existo, pero nunca me conoció ni yo tampoco a ellos.
Pues bien, hace poco acompañé a mi polola a un matrimonio en Quillota, y casualmente, ella vivió muchos años a un par de casas de mi Papá… si, este mundo es muuuuuy chico, además la novia, amiga de infancia de mi polola, también era vecina de mi Papá.
Así, estábamos haciendo el típico lobby en la entrada de la iglesia, y de repente me presentan a una señora, la saludo cordialmente y me quedo conversando con ella y un grupo desconocido de gente, y de pronto, llega mi papá al lado, saluda muy alegre a mi polola y cuando ella le dice “mi pololo…”, me miró a los ojos y me dijo un seco y frió “Hola joven”, para después salir arrancando prácticamente, se notó muy incomodo.
La señora a la cual saludé al principio era la esposa de él, he allí su saludo tan gélido como si yo fuera un perfecto desconocido. Se supone que debía aparentar no conocerme, tenía que guardar la distancia para que la esposa no sospechara, porque aunque ella sabe de mi existencia y yo jamás he tenido contacto alguno ni con ella ni con mis hermanos, que yo apareciera allí como si nada, hubiese sido un poco incómodo para todos. En ese sentido lo entiendo, entiendo que no quería que quedara la cagá, ni yo tampoco, porque perfectamente pude haber dejado la escoba y responder ese “hola joven” con un “Hola Papá”… pero el matrimonio hubiese sido un desastre para varios, ya que había personas que no saben que yo soy su hijo.
Entiendo… entiendo que no quiera que su familia sepa mas de mi de lo que ya saben… porque simplemente no viene al caso, ya es un tema superado y está de mas revolver todo. Pero lo que no comparto, es que me diga un “Hola Joven” sabiendo que soy su hijo, y que después ni siquiera se acercara a pedirme disculpas por hacerme la desconocida, ni un llamado telefónico, ni un comentario a mi vieja… nada. Eso no se lo aguanto, porque entiendo lo que hizo… pero soy su hijo… como el mismo me lo dijo, y no puedo concebir que me trate como un desconocido, eso es simplemente una rotería, eso duele en lo mas profundo del corazón, porque aunque no estuvo en los momentos importantes de mi vida, finalmente es mi padre… no le di mucha importancia, porque lo entiendo y sabía que un encuentro en esas condiciones sería así… me desconocería por razones obvias, pero el no decirme nada después, me dejó la sensación de “puta… que lata”. Mas encima, nos sentaron en mesas contiguas y nos cruzamos miradas toda la noche… yo lo pasé la raja, hasta agarré la liga!!!... y se que él se está pudriendo por dentro, y como yo tengo sus genes, se que se debe sentir terrible por tratarme como un desconocido mas, sabiendo que llevo su sangre, sabiendo que soy su hijo.
El desaire de mi propio padre me hizo reflexionar y convencerme que él es una imagen que yo no quiero reproducir… no me gustaría que mi hijo sintiera lo mismo que yo con ese “Hola Joven”, me podrí… me desarmé por dentro. Espero que nadie, haga este miserable acto de “me salvo yo a costa de lo que sea”, porque un hijo deben ser tus ojos y no un “joven cualquiera”. Si, me dolió y espero que nunca le pase a nadie. La moraleja está mas que clara.

03 marzo 2007

Carnet al suelo en caida libre... sin coeficiente de roce


Hace poco, en un fin de semana de película en las plácidas playas de La Serena con la excelente compañía de mi Chiquitita (mi polola), me ocurrió un hecho que me a causado gran reflexión y me ha dejado bien melancólico, como algunos de ustedes certeramente han apuntado en sus comentarios anteriores.
Resulta que estábamos caminando por el borde costero en la cálida noche Serenense y decidimos comprar un traguito para disfrutar en la intimidad del departamento que arrendábamos. Entrando a la botillería, me detiene un muchacho de unos 16 años, de esos medio cuiquitos que se ven mas grandes pero cuando hablan se les nota el “Kudai” que llevan dentro. Pues bien, este jovencito muy educadamente me pide como favor que le compre unas cervezas para disfrutar con sus amigos del mismo grupo etáreo apostados unos metros más allá con harta cara de Pavo, ya que a él, por ser menor de edad no le venden. Yo encantado le hubiese comprado las cervezas, porque en algún momento de mi adolescencia yo también estuve en la misma (la diferencia es que a mi si me vendían, jejeje), además, una cervecita no se le niega a nadie, es absolutamente necesaria para una noche de playa, pero… que pasó?... no se la quise comprar, y saben por que?... porque al hacerme la petición del favor, el maldito mocoso me dijo: “Tío, me podría comprar una cerveza?...” El pulso se me aceleró, mis pupilas se dilataron, mi carótida se empezó a notar en mi cuello con su enfadado palpitar y apreté las manos de iracunda rabia… Tío… TIO!!!... Tío me dijo el pendejo de mierda… que se cree?... tengo 24 años y me dice tío?... me calmé, volví a mi frecuencia cardiaca normal y con toda parsimonia le apunté: “Compadre… encantado te la compraría… pero me dijiste tío wn, eso no se hace… así que desaparece de mi vista ahora mismo”. Mastiqué mi rabia y traté de olvidar el hecho, por cierto, bajo las burlescas carcajadas de Chiquitita, que trataba de consolarme y bajarle el perfil a lo sucedido.
En realidad no es tan grave, pero creo que hay que aceptar que ya las diferencias generacionales y la edad se empiezan a notar en algún momento. Me veo mucho mas viejo de lo que soy?... será la barba?... que será?. Me habían echado 30 años en alguna oportunidad, me habían dicho caballero, señor e incluso Ud., pero Tío nunca… eso me mató.
Hurgueteando en Internet en esos ratitos de ocio con los compañeros de oficina, nos pusimos a ver un sitio con cosas viejas de nuestra época. Nos cagábamos de la risa con expresiones como “Ohhhhhh la wea rancia…” viendo fotos de las calugas de manjar, esas que costaban como 10 pesos y las comprábamos en los recreos. La serie McGiver, que con un clip te construía un reactor nuclear. Los teléfonos públicos amarillos con disco, que tragaba monedas como weón. Las tapitas de Pitufigurth, que eran de aluminio y podías hacerte una cucharita. La Caturrita del Bosque y el loro Run-Run en Arboliris (ahora la Caturrita esta hecha una vieja mas que rica… y sin el loro). Las Saltarinas, etc, etc. Muchas cosas de nuestra infancia que los más chicos no tienen idea de que existían… ah, y las veíamos todas en tele blanco y negro, por supuesto.
Con esto asumí que las diferencias generacionales ya están marcadas, aunque sean unos pocos años de distancia, el avance del tiempo y la tecnología nos va haciendo diferentes, en la forma de pensar, de expresarse y de ver la vida. No me siento viejo… ni menos soportaré que me digan tío, pero asumo que ya los tiempos cambiaron y que la nostalgia debe quedar en jocosos comentarios en las juntas con los amigos… pero amigos de la misma edad, eso si.

P.D.: La página que estábamos viendo es: http://www.fotolog.com/deculto
Advertencia: No apta para viejos que se creen lolos… el carnet se les va a caer hasta el piso -4.