10 septiembre 2008

El iPhone y Los Neo-Flaites


Después de todo el revuelo mundial que ha provocado el iPhone, obviamente, las empresas de telefonía se apresuraron en traerlo a Chile, ya que, como sabemos, acá el poder adquisitivo es alto y hay muchas personas que quieren a toda costa ser top y hay muchísimos C3 arribistas que necesitan sentir un status mucho mayor, y obviamente, un iPhone los sacaría del común de los mortales para ponerlos en el sitial de TOP, y así lucir con ímpetu la calcomanía de la manzanita pegada en el vidrio trasero del auto, y ojala en un lugar donde todos los vecinos y compañeros de oficina la vean.
Lo que no sabían, era que había miles que pensaban igual, por lo que la venta de iPhone 3G baratos (Obviamente con plan) fue coser y cantar. El problema fue, que estos C3 Arribistas proliferaron como curaos en el 18. Así, el famoso iPhone pasó de convertirse en el objeto de culto geek, a un símbolo del neo-flaiterísmo de la clase media.
Porque en estos momentos, contertulios míos, no hay nada mas Flaite que andar mostrando un iPhone.
No me refiero a compararlo con los flaitocos regetoneros de jokey pal’ lado y pantalón a media raja… no, esos ya son una raza aparte, yo hago alusión a los flaites de camisa Polo y pantalón Dockers, esos que son flaitocos pero pasan desapercibidos hasta que en algún momento muestran la hilacha.
Por ejemplo, el otro día estaba como siempre en la Copec pechando Internet gratis, cuando se sientan dos minas cerca de mí a tomarse un café, parecían oficinistas de unos 35 años, regias y bien teñidas, mientras conversan y sacan sus notebooks una de ellas saca su iPhone y lo pone sobre la mesa, lo conecta, lo sincroniza y pone música en él... buena música, pero fuerte… cosa que todo el mundo escuchara. Yo me pregunté, si tiene un computador sobre la mesa y quería escuchar música, por qué no pone algún MP3 en el mismo computador?... Por qué tenía que pasar la música al iPhone para reproducir la canción por el mini parlante monofónico del teléfono?. La idea era lucirse y decir “Hey… cachen poh… yo tengo un iPhone…”, la verdad es que me fue imposible no imaginarme en la plaza de La Cruz, sentado en una banca y un poco mas allá ver a un par de flaites bailando regetón con la música saliendo del celular… es lo mismo, el mismo nivel de flaite, pero en trajecito de dos piezas y iPhone.
A mi me encantan los dispositivos Apple, el diseño y las gráficas siempre han sido espectaculares, de hecho, tuve un iPod de cuarta generación de 40GB con pantalla blanco y negro, de los antigüitos, pero el sonido era increíble y mas encima con muchísimo espacio donde llevar a todos lados toda mi música preferida. Luego en Japón me fue imposible resistirme a comprar a un precio bajísimo uno de los nuevos iPod Touch de 32GB recién salidos al mercado… pude comprarme un iPhone, que en Chile no existía y solo unos pocos que podían traerlo desde USA lo disfrutaban, pero no quise por varias razones: como teléfono es muy grande para traerlo en los bolsillos, la capacidad es mas limitada (el máximo es de 16GB), es incómodo para ponérselo en la oreja y hablar y además es caro considerando que hago lo mismo con la blackberry que ya tenía, así que me tiré de una con el iPod Touch que es lo mismo pero sin teléfono, incluso costaba un poco mas caro, pero tenía 32GB de almacenamiento.
El iPhone o iPod Touch es un verdadero computador en miniatura, un usuario avanzado le puede sacar un provecho tremendo al “Multitouch” (yo tengo hasta un piano instalado), se puede conectar en red e incluso crear una VPN con el dispositivo, es una maravilla que estoy seguro no está siendo aprovechada por los que se compraron un iPhone solo por tener la novedad y verse TOP frente a sus amigos, incluso me atrevería a decir que algunos ni siquiera saben usarlo y con cuea saben contestar el teléfono… además la versión mas común (y mas barata) es la de 8GB muy poco espacio considerando que la partición para el sistema operativo debe ser de 1GB y una sola película comprimida en buena calidad ocupa 2GB, ya te quedan 5GB para todo el resto, lo que para mi… y para la gran mayoría que nos gustan esos aparatitos es de verdad muy poco, considerando el precio que se paga. Además, para poder agregarle cosas y sacarle provecho debes instalarle aplicaciones, las cuales se encuentran de manera gratuita (varias, las buenas son pagadas) en el AppStore de Apple, pero hay un gran detalle: para bajarlas debes tener una cuenta en iTunes, que lamentablemente no está disponible para Latinoamérica aún (corrección 12/09... ya está disponible y se pueden hacer cosas maravillosas si está liberado), por lo tanto, la única opción que tienes para sacarle provecho es piratear el sistema operativo y “liberarlo” de Apple, tarea que para el común de los usuarios es muy complicada, auque hay varios foros en Internet, pero pregúntenle a alguien que tenga iPhone si es que lo ha realizado, ya que es súper engorroso, no así en el caso del iPod Touch.
En fin, el iPhone nos ha desnudado como país chabacano y ha sacado a la luz pública también a la nueva raza chilena… los Flaite-snobs o Neo-Flaites.