21 diciembre 2011

La "Picardía del Chileno"

Se supone que la gran cualidad que nos caracteriza y distingue del resto de los países de orbe es nuestra “picardía”, nuestra capacidad para salir airosos de cualquier complicación que nos pone la vida, nuestra pericia para sortear dificultades, el ocupar un alambrito para arreglar todo y salir del paso, nuestro ingenio para lograr cosas sin necesariamente pasar por el proceso completo.
Pero obvio, también esa “picardía del chileno” saca a relucir nuestra más profusa falta de educación, el “no estoy ni ahí con voh”, aflora la falta de respeto y cruza la delgada línea que separa la picardía de la rotería.
El domingo pasado, finalizando un gran fin de semana en las maravillosas y encantadoras tierras de la Quinta región interior, pasamos con mi novia a comprar un par de cosas al Homecenter de La Calera antes de volver a Santiasco, vísperas de Navidad y el estacionamiento estaba lleno como nunca. Tras vueltas y vueltas no encontramos nada, así que nos paramos en una de las calles esperando a que saliera uno, tras varios minutos, un auto salió y por fin, nos aprontamos a ocupar el tan anhelado espacio. Estaba en plena maniobra para meterme, cuando de repente, otro auto que venía de frente, mejor perfilado que yo, se metió en mi camino y ocupó care raja el espacio, haciendo caso omiso a mis bocinazos y señas.
Ya me habían ocupado el espacio, que le iba a hacer, me faltaron el respeto, ese acuerdo tácito de los automovilistas, de que el que está esperando ocupa el espacio fue pasado a llevar vilmente, violando un acuerdo social implícito… una rotería del porte de un buque.
Aunque no sacaba nada, mi conciencia y moral me impidió quedarme sentado y decidí encarar a este gamberro, me bajé del auto y le fui a reprochar que yo estaba esperando ese espacio y le hice ver su falta de educación. Él se excusó de la manera más ridícula posible. “Puchas, disculpa, no te vi, y no me voy a echar para atrás ahora que estoy estacionado”. Según él, estaba siendo pícaro para lograr un objetivo difícil, estaba saltándose todo el proceso de esperar, buscar y encontrar, pasando a llevar al resto, esta es la causa de que nuestra sociedad no pueda evolucionar a un país desarrollado, porque no podemos confiar en nadie, porque nadie respeta al otro si se trata de conseguir un objetivo, porque hay apitutados en todos lados, porque doblamos en doble fila manejando y nos saltamos la cola del banco, porque compramos una bebida en la esquina y después no devolvemos el envase, porque pedimos luca y nunca la devolvemos.
Cómo podemos fomentar el respeto mutuo? Cómo poder hacer que nuestro país sea más amable? Son preguntas a las que aún no veo respuestas e intento partir yo siéndolo, cosa que se hace muy difícil, porque de todos modos te pisotean si eres correcto.
Obviamente, me comí el reto de mi novia con todas esas películas que se pasan las minas: “como se te ocurre encararlo?, que pasa si saca una pistola y te pega un tiro?, Y hubiese sido más choro y te agarra a combos?” etc, etc… me la tuve que comer, porque tiene cierta razón, pero mi conciencia quedó tranquila, de que por lo menos reclamé lo que me parecía injusto, por último no le dejé pasar su “picardía”.