16 febrero 2010

La gran estafa


Como ustedes ya han de suponer mis queridos y amables contertulios, mi vida completa no ha sido del todo fácil como algunos podrían imaginar, es más, se ha hecho cada vez más difícil.
Desde el cinematográfico asalto sufrido en Sao Paulo el 2005 (ver “Que Terrible… que terrible…” que curiosamente fue mi primer post en la blogosfera) que no sufría roces fuertes con la delincuencia, siempre he tratado de hacerle el quite a los flaitocos, trato de cuidar mis pertenencias, siempre me preocupo de no dejar nada en el auto y no me ando arriesgando en la calle, pero ciertamente, esta vez, me tengo que sacar el sombrero ante la gran puesta en escena con la que me timaron vilmente el viernes pasado, paso a contar mi historia.
Había tenido una semana de mierda, un viaje más largo de la cuenta al norte, mucha pega y mas encima con el esguince en el dedo que me duele como caballo, con tanto ajetreo no había podido ir a la kinesioterapia… y me estaba haciendo falta. Esperaba por fin llegar a mi casa el viernes luego de tanta pega y esperar el fin de semana relajado en la oficina, pero el jueves me avisan de una reunión urgente en Linares, por lo que me condené a tomar el primer tren de la mañana al sur.
La reunión terminó temprano, así que no quise esperar el tren de vuelta que salía en 1 ½ hora mas y me subí a un bus para poder llegar más temprano a Santiago y así alcanzar a ir a la terapia con el kinesiólogo… grave error… Para variar, en el trayecto de vuelta me toco seguir trabajando, enviando correos y llamando por teléfono a medio mundo, finalmente, guarde mi computador y me relajé un rato, por fin.
Mi bolso del notebook es un tanto grande, porque aparte del computador siempre llevo mil y una cosa conmigo, como parte de mi pega, por lo que para mayor comodidad lo dejé un ratito arriba de mi cabeza, en el portamaletas, pero siempre al alcance de mi vista… por si acaso alguien se tienta, lo dejé con la correa un poco colgando para poder verlo siempre… estiré las piernas por fin y me relajé. No pasaron ni 2 minutos y ya me estaban llamando por teléfono de la pega otra vez, así que el descanso se fue a las pailas. Yo creo que hablé unos 45 minutos seguidos por el celular, la oreja se me estaba cociendo, y mi maletín siempre arriba sin problema.
Llegó un minuto en que tenía que mandar un correo, por lo que me paré, fui a buscar el computador y…. sorpresa… el bolso estaba vacío, pero no… este no es mi bolso!!!... ME CAMBIARON EL BOLSO POR UNO IDENTICO PERO VACIO!!!... incluso se dieron la paja de dejarlo en la misma posición que el otro, con la correa colgando y todo, no sé cómo ni cuándo, yo siempre lo estuve viendo (claro, ahora me doy cuenta que estaba viendo el vacio), me pillaron distraído hablando por teléfono y en cosa de segundos hicieron el cambio, y sin que nadie dentro del bus se diera cuenta. Simplemente, una obra de arte, digno de Hollywood.
Comencé a buscarlo, no se había bajado nadie desde Talca, el maletín o el ladrón tenían que estar arriba del bus aún, hablé con los pasajeros y revisé… nada, paramos junto a una patrulla de carabineros y ellos me acompañaron a hacer una segunda revisión… nada, tercera… nada. Finalmente, dejé la constancia con los mismos carabineros y me comentaron que estos casos son habituales, y que las bandas están muy bien organizadas, de hecho llevaron un bolso vacío para perpetrar el hurto… todo planificado, incluso, una vez que lo cambian, se van al baño y lo tiran hacia afuera por la ventana para deshacerse de la evidencia y no levantar sospechas al bajarse del bus, después, otro tipo lo va a buscar al lugar señalado.
Y como parece que cuando a mí las cagadas me pasan en grande, justo ese día había llevado mi disco duro de respaldos para trabajar con unos archivos que llevaba ahí… también me lo robaron, se llevaron la mitad de mi vida en fotos, archivos, música y otros, por lo que quedé cibernéticamente en pelotas y con el ánimo destrozado.
Ojalá que este relato les deje la moraleja. Nunca se despeguen de sus cosas en los viajes… ni siquiera si lo tienen a la vista, no se aparten ni por un momento ya que siempre hay alguien esperando el milisegundo de descuido para cagarte, a mi me embaucaron de una forma bien inteligente, nunca me lo esperé y que lata que sea así… que lata que no podamos confiar ni en la sombra, que lata que no podamos vivir en sociedad tranquilamente.
Mas encima, había cosas muy personales como grabaciones de canciones, mis andanzas musicales adolescentes y mis podcast de RadioZona… así que igual estaré atento, en una de esas una canción mía se gana un Grammy… jejeje