05 julio 2012

La venganza de los desapercibidos


Ya me había quejado antes de los imprudentes y prepotentes al volante, pero hoy le tocó al pobre Claudio.
Iba yo tranquilo volviendo desde Valparaíso en dirección a Santiago, cerca de Curacaví, cuando me dispongo a sobrepasar a un camión, estaba en eso cuando veo por mi retrovisor un Suzuki Vitara Rojo, acercándose veloz, tirándole el auto a los otros conductores y de manera prepotente acercándose por atrás, me empezó a subir las luces para que me apurara, yo estaba adelantando y no tenía la mínima intención de acelerar, total, ya iba como a 110 km/hr, pero mi socio atrás estaba desaforado “toreando” el auto por atrás y levantando las luces, terminé de sobrepasar y me fui a la derecha para que me pasara, me puso una mirada horrible cuando pasó por el lado mío y salió hecho un Schumacher, me reí y me dije “Donde están los Pacos cuando pasan estas cosas?”… Pareció haber sonado un “Ahhhhh” en tono celestial porque justo unos metros más allá y en frente de mis ojos, estaba Carabineros controlando velocidad y mi compadre del Vitara Rojo estaba siendo llamado a orillarse… Justo cuando lo había invocado, el amigo de verde tenía los ojitos brillantes y la Pistola de velocidad en la mano… era parte seguro… Reí, reí más fuerte y saboree la dulce venganza… no pude evitar tocarle un cariñoso bocinazo cuando pasé por el lado, sorry, me MERECÍA ese lujito.
Y digo “me merecía” porque tengo que convivir con energúmenos al volante a diario, que se atraviesan, te tiran el auto, te presionan, te pasan a llevar, etc. Esta de hoy fue una mini venganza, un petit bouché de satisfacción, al ver que por fin, se hizo una pequeña, pero merecida justicia.