30 mayo 2006

La marcha de los Pingüinos


Si, yo soy uno de los principales críticos de la generación adolescente de estos tiempos. Son chicos que lo tienen todo, que nacieron con todo a un click de distancia, que no conocieron las maquinas de escribir, las micros-no-amarillas, el Atari con cassette, no saben de recesión económica y carecen del sacrificio de lograr cosas. No tienen que pelear por nada, porque todo esta a la mano. Así, los adolescentes están muy propensos a hacer cagadas y mandarse condoros porque no saben que hacer con todo lo que tienen, por que son la generación perdida, la generación de la transición.
Pues bien, estos niños por fin encontraron algo en que luchar… por fin tienen algo que los mueva, y no tienen nada que perder, eso es lo mas alentador para ellos, son tan despreocupados que les da lo mismo perder frente a los gigantes, son tan “no estoy ni ahí” que no tienen ningún problema en caerse de guata y perderlas todas… y en estos momentos, en vez de ser algo criticable, se transforma en una virtud.
Me llama la atención este movimiento, es francamente loable como se han organizado las instituciones estudiantiles por una causa, eso habla bien de la generación perdida. Aunque no comparto mucho los objetivos, porque creo que hay problemas mucho más de fondo en la educación pública que el pase escolar gratis, argumentos como reformar en profundidad la ley LOCE creo que deberían ser el leit motiv de toda esta trifulca, no los problemas superficiales que están siendo discutidos… pero en fin… está bien que se golpee la mesa de una vez por todas, y que manera de golpearla, excelente.
Bien… me parece muy bien que se empiece a generar un movimiento que remeza las cabecitas de los ministros y parlamentarios, ya que esta claro que la educación necesita cambios drásticos… tal vez los medios no son los apropiados… pero el fin me parece notable.

07 mayo 2006

Y todos ibamos a ser Loosers


Hace poco me junte con algunos ex-compañeros de colegio y me puse a recordar muchas cosas de mi infancia estudiantil y de cómo llegué hasta ahora… parte de la atribulada historia de mi existencia en este planeta.
Yo no quería ser un Looser… pero parece que lo fui. Cuando era chico, estaba en el liceo San Isidro, Liceo Municipal de La Cruz, donde no había muchas lumbreras que destacar, más bien estaba lleno pajarones y niñitos-problema, así que si algún pendejo se destacaba en algo prácticamente era héroe nacional. Yo era flaquito, mateito, menudito, con unas gafas horribles y mas encima los profes me tenían buena porque siempre fui buen alumno y no me metía en problemas… o sea… un LOOSER, claro, porque yo era un poco diferente a lo que comúnmente se veía por ahí. No es ego, a lo que voy es que si no vomitabas tus zapatos en las fiestas del colegio, si no fuiste por lo menos una vez a la semana a inspectoría o si no llegabas hediondo a copete o cigarro a clases… eras un LOOSER, sinceramente nunca lo entendí, por eso tampoco me quise calentar la cabeza y simplemente no pescaba, tal vez por eso nunca tuve muchos amigos. Con las minas la cosa era idéntica, yo no era feo… y siempre estuve con minas de otros colegios, por qué?... porque las minas del mío buscaban a los mas “TOP” a esos que se mandaban cagadas, esos que siempre te gueviaban para que les ayudes a estudiar pa’ las pruebas mas peludas, esos mismos tarados que después las dejaban embarazadas y nos cagaban a todos porque se suspendían las fiestas y otras cosas como “castigo”. Después pa’ seguir la teleserie, las minas alegaban porque no iban al colegio y salían cual Topacio diciendo que tener un hijo era lo mejor que les había pasado.
Se me ocurrió dibujar, aprender guitarra, me eligieron de abanderado del liceo y era el numero artístico favorito para los actos de los lunes, sin querer tuve una sobre exposición (ahora entiendo a Álvaro Balero… jajaja… por si acaso es talla) y con eso terminé de escribir mi lápida, claro, porque la gente se empezó a cansar del gueón que siempre aparecía con que se ganó un premio en tal concurso de dibujo, que era capitán de la selección de handball que clasificó a tal campeonato, que salía tocando en un acto, etc., etc. Fue mi lapida, porque empecé a quedarme solo… nadie me pescaba porque hacia cosas que solo los LOOSER hacían… me empezó a hacer mal… y si lo juntan con los problemas depresivos que me trajo la aparición de un papá ausente por 8 años… a los 15, la edad del pavo… todo terminó en una depre que me hizo tomar la mejor decisión de mi vida… cambiarme de colegio. Y así fue, me cambié al Francisco de Miranda de Quillota, uno de los mejores de la provincia y también de los mas caros… claro, yo me fui becado el primer año, pero increíblemente eso no influyó como yo lo pensé, no existía la discriminación, porque habíamos varios en la misma y curiosamente éramos los que la llevábamos en el colegio. Ese cambio fue el mejor, conocí mucha gente genial y buenos amigos también, además, gracias al gusto por la música, me juntaba con amigos que eran del denominado circulo TOP, así que pase de repente de LOOSER a TOP… sin querer queriendo, nunca me la creí, pero me cagaba de la risa.
Así llegué a la Universidad, donde esa diferencia ya no existía tan marcada… debe ser porque la mayoría de los TOP no llegan y los que pueden hacerlo tienen claro que esa clasificación es absurda.
Al titularme y entrar al mundo laboral ya la definición de TOP es mas compleja… porque el lidiar con tus propias responsabilidades te transforma en uno mas del sistema y el éxito en tu vida depende netamente de ti, no de la clasificación que te otorga la sociedad… y si me consideran un LOOSER o un TOP me da exactamente lo mismo, porque yo me siento un gueón exitoso igual, porque conseguí mis objetivos, pero tiemblen los seudo TOP’s que pululan por ahí… porque aún me queda mucho por conseguir… y saben que?... lo voy a lograr… si señores… se viene la “Venganza de los Nerds”.

04 mayo 2006

Sí, yo escuché a Pablito Ruiz


El otro día estábamos discutiendo con mi amiga Jóse acerca de la música y las generaciones. Ella postulaba que la edad te define la música que escuchas, por lo tanto, en algún momento de la vida todos pasamos por gustos determinados. Ejemplo, todos los chicos de 16 tienen tendencia a escuchar Pop o todos los tipos de 30 tienen la tendencia a escuchar Jazz. Tenía argumentos bastante sólidos, porque hay tendencias musicales que por sus letras, agresividad o estilo tienden a llegar más a ciertos rangos de edades. Pero yo no estoy para nada de acuerdo, es mas creo que es todo lo contrario “Dime lo que escuchas y te diré quien eres”. Me explico:
La música que escuchas define bastante bien la personalidad de las personas, hoy en día es mucho mas evidente debido a la precariedad de buena música, por lo tanto, para mi no es raro que un cabro chico de 15 escuche Jazz y no Reggetón, porque simplemente tiene otra forma de ver la música, eso es producto de lo marcado que está el ambiente musical, marcado en el sentido de bueno o malo… No como antes.
Sí, porque antes, en nuestra época de formación musical, existía música “Pa’ Webear” pero que no era mas que eso porque no tenía sentido rendirle tributo, porque era ahí no mas. A diferencia de lo que pasa en la actualidad con el Reggetón, que también es música “Pa’ Webear”, pero hasta ahí no mas… No entiendo que exista gente que prácticamente quieran canonizar a Dady Yankee, porque simplemente la música es mala, pero bueno, hay que tener tolerancia.
Aunque hay que reconocerlo… sí…asúmanlo ¿Quién no tenía canciones de Pablito Ruiz en un cassette escondido por ahí?, o de Luis Miguel en sus mejores tiempo, ese placer culpable del cual todos reniegan, pero siempre estuvo ahí. Ahora, también teníamos en las orejas grupos como New Kids On The Block, que no eran tan malos, es mas… me gustaban, fueron los inicios del pop adolescente, los padres de los Backstreet Boys. También hay que rescatar atrocidades como Milly Vanilly, Lucio Dalla (se acuerdan del “atento al lobo”?... notable!), Zapato Veloz (“… tengo un tractor amarillooo…”) o los inigualables (porque nadie quiere ser como ellos) Fantasmas del Caribe o Locomía… qué grandes exponentes de la música desechable de los noventas!, si pues… porque era desechable, o sea, el gueón que se hiciera fanático de Locomía mejor que se vaya buscando un seudónimo de chica superpoderosa o algo así, porque nunca se sacaría la estampa de hueco.
Así, todos recordamos con cariño aquellos tiempos, pero no era necesario tener la edad adecuada para escucharlos, o no por tener esa edad íbamos a ser dependientes de ese estilo (recuerdo que el Rock se me metió en la sangre de Chiquitito, a mí y a varios). Por suerte, aparecieron estilos que nos entregaron la calidad que buscábamos, pero hasta el día de hoy aun no me resisto a cantar un poderoso “Uoh mamá… ella me ha besado…”.