28 diciembre 2006

Ver la vida con otros ojos


Hay muchas cosas o situaciones que en tu infancia son capaces de definir tu identidad y tu personalidad.
Estando en el colegio, en La Cruz, haciendo el típico trabajo de artes plásticas con goma de pegar (se me cayó el carnet… eso ya no existe) y legumbres varias, por abrir el frasco de goma con un alfiler se me reventó y me cayó sobre el ojo izquierdo, inflamación severa del lagrimal y la cornea empapada de tóxica goma irritante… emergencias, oftalmólogos que nada podían hacer y a Valparaíso para reparar el ojo… a mi vieja casi le da un infarto y casi quedo con un daño permanente en la visión. Esa fue la primera vez que fui a un oftalmólogo. Gracias a ese incidente, el médico me descubrió un astigmatismo hipermétrope que con los años se fue estabilizando.
Sin duda, que para un pendejo de 8 años usar lentes no es muy agradable… al jugar se quiebran, se caen, te molestan… si a eso le agregas un ambiente en el que cada cinco minutos te tiran una broma pesada, la personalidad retraída o tímida se hace notar. Creo firmemente que mi forma de ser sería distinta si no hubiese usado lentes desde pequeño, si bien siempre fui medio simpático y metido en todas, tengo un cierto grado de timidez y antipatía que ciertamente lo asocio a mis prematuras gafas, horribles por lo demás, como era cabro chico, un marco metálico y estilizado no me servía porque los pasaba quebrando, asi que tenían que ser de esos plásticos grandes… peor aún.
Cuando era mas grandecito, obviamente me puse mas pretencioso, y empecé a usar lentes mas estilizados y modernos, pero igual no funcionaba mucho con las minas porque en ese colegio (bien limitado por cierto) usar lentes era sinónimo de perno y LOSER (lean también la columna “Y todos íbamos a ser Loser”) así que empecé a sacarle partido a la pinta de “intelectual”.
Ahora mas grande ya compre lentes con marco al aire, policarbonato y cuanta gueá existiera en el mercado pa’ darle estilo y comodidad a mi visión. Así y todo siempre ha existido la incomodidad de que se caen, se trizan y se doblan, incluso en las situaciones mas “intimas” son incómodos… cuantas veces pasé fines de semana enteros sin ver ninguna gueá porque tenía que esperar hasta el lunes para ir a repararlos a la óptica.
Jugar a la pelota de noche era una odisea, me hacia el gueón… pero de verdad no veía nada… ríanse no mas, pero es verdad.
Pero ahora… ahora mi vida cambió para siempre…
El martes y miércoles pasado, me operé con Lasik (Técnica para solucionar problemas refractivos con Láser Exímero) ambos ojos, y de verdad… aunque suene cliché… terminar con la dependencia con los anteojos cambió mi vida, y para siempre. Es increíble lo raro que se siente no usar mas lentes después de 15 años de maldita dependencia.
Mi cara cambió, mi actitud frente a algunas situaciones también… ya no hay caso con mi personalidad, ya soy así y no creo que cambie por ya no usar lentes… pero mi vida ciertamente se hará mucho mas cómoda. Adiós a las gafas… estoy feliz… no existe ningún adminículo entre la vida y mis ojos, ya no tendré dolores de cabeza ni mareos por tener los lentes chuecos y de verdad nada, nada puede compararse a ver el mundo con otros ojos… mis propios ojos.

24 diciembre 2006

Feliz Navidad y Año Nuevo


Estimados (as):

Como ya es propio de fin de año el mandar saludos conmemorativos y relativos a las fechas en las que estamos inmersos estas dos últimas semanas del año en curso... es que me quiero unir a este desfile de dulces parabienes y jo-jo-jo's varios para desearles una muy feliz navidad y un año 2007 lleno de alegrias y sueños cumplidos... además... vayanse de carrete y curense raja... pa' despedir de una vez por todas a esta mierda de año 2006 !!!

Espero que la evaluacion personal del año pasado sea para todos muy positiva y, obviamente, que en vuestro circulo de amigos y familiares reine la paz, la armonia, el amor y todas esas gueás que se dicen en navidad.

Un abrazo pa' los machos y un besote para las chicas.

Atte, Claudio "Jo jo jo" Orrego

13 diciembre 2006

Los Tres en Quillota: Mucha carne pa' poco gato


Cuando estaba en la secundaria, en el glorioso Francisco de Miranda de Quillota, siempre reclamaba porque en esa ciudad no pasaba nada, era fome en términos musicales, no había ningún recital decente y las bandas locales eran un bodrio de gritos y tarros al lote. Cuando quería ver algo de buena música obligadamente le tenía que ir a pegar en la pera a mi tía en Valpo pa’ ir a un buen recital en el puerto o en Viña.
Pues bien, este fin de semana cuando supe que Los Tres se presentarían en Quillota, me emocioné y dije: “por fin Quillota no está tan fome como siempre lo ha sido”, mi oriunda ciudad por fin tiene lo que siempre le hizo falta, espectáculos de primera calidad. Este era EL evento del año, y todos los gustosos de la buena música estaríamos allí. Yo viajé desde Santiago solo para el concierto, no me podía perder la felicidad del pueblo Quillotano bajo los hipnotizantes acordes de mi banda favorita desde hace años.
Toda mi emoción se fue a la mierda cuando vi el estadio municipal vacío a las 9 de la noche. La gente llegaba lentamente y el olor a leche de los pendejos Kudai se hacía sentir en todos lados, había poco movimiento y el ambiente se notaba más fome que pelea de tortugas.
Cuando Los Tres salieron al escenario no había mas de 1500 o 2000 personas… las entradas las estaban regalando… todos mis amigos tenían 2 o 3 entradas regaladas y el espectáculo daba para estadio desbordantemente lleno, pero la gente no respondió… y los que fueron tenían menos gracia que sánguche de tierra. Solo cantaron los temas mas conocidos… y en los coros. De hecho, Henríquez y compañía tocaron entremedio un tema emblemático del Rockabilly, “Stray Cats Strut” de los Stray Cats… parecía gueón cantando sólo entremedio de la gente, nadie lo cachaba y eso denotaba que la mayoría de los que estaban allí no eran el público fiel y entendido que siempre se ve en todos los conciertos de Los Tres, estaba entreverado entre pendejos poseros y jóvenes que era primera vez que los veía en vivo, faltó el feeling del público, sobre el escenario los músicos se destripaban con las canciones, excelentemente ejecutadas y el público reaccionó muy frío, como que no estaban acostumbrados a tanto talento interpretativo.
Mención aparte obtuvo el pésimo sonido, con acoples entre las canciones y guitarras que misteriosamente no sonaban de repente. Además de aburrir a todo el mundo al no poner música incidental mientras la gente llegaba y esperaba pacientemente un concierto que se demoró una hora y media más de la hora de inicio, Los Tres siempre hacen lo mismo y llegan atrasados a todo, pero por ultimo distrae a la gente con música, lo hicieron… pero muy tarde, es decir… la organización local mas o menos no mas.
Me decepcioné de mi ciudad, me dejó con gusto a poco la respuesta a un show que fue esperado durante años en mi generación, después no reclamen si no van grupos rockeros de buena calidad… quien va a querer tocar frente a puros weones fomes?. No lo sé… me quedé con la sensación que fue mucha carne, pa’ tan poco gato.

11 diciembre 2006

El regreso de la Nube Negra...


Hace poco tiempo hablaba con mis compañeros de oficina lo bien que me estaba yendo, ellos son testigos oculares y presenciales de mi angustiosa racha de mala suerte. Pero esta vez, y desde hacía 2 meses, la vida me sonreía, me tocó bailar con la bonita… me ascendieron, estaba viviendo solo sin problemas e incluso me había encontrado plata botada en la calle, es decir, la nube negra se había ido… lejos, muy lejos, es mas, mi amiga Karen hasta me gueviaba diciéndome que se les había perdido la figurita con mi cara y los alfileres enterrados.
Pero, todo lo que fácil llega, fácil se va… el fin de semana pasado, de noche, mientras paseaba por los parajes de Quillota, un pelotudo en una camioneta que iba sin luces dio una vuelta en U, yo esperé pacientemente a que lo hiciera y después, en vez de ir por su pista en sentido contrario, se tiró contra mi, chocándome el lado del conductor y haciendo mierda la puerta y el lateral. Como estaba oscuro y el tipo iba sin luces no le vi patente ni nada… así que me tuve que contener la rabia y avisar a los pacos.
Por suerte el seguro me cubre todo, pero la incomodidad de estar sin auto mientras me lo arreglan es súper penca, ya que mi trabajo es bien patiperro y las micros en santiasco no son del todo agradables.
Bueno, así las cosas, y como es la tendencia, tendré que esperar a que se pase la racha de mala suerte y vengan tiempos mejores. Eso si, lucharé estoico y decidido contra la nube negra, chóquenme las veces que quieran, no claudicaré y seguiré siempre al pie del cañón. Y espero, como dice el dice el dicho: “Año nuevo, nube nueva”…