22 octubre 2010

Tu vuo' fa' l'americano - Part IV


Y ya está, mi periplo por los EEUU acaba de terminar, llevándome buenos recuerdos, una tapá de hocico y algunas confirmaciones de sensaciones del pueblo norteamericano.
Nunca me acostumbré a la comida, mi estómago sufrió más de la cuenta con el estilo de vida de los gringos, confieso que los dos primeros días intenté con los desayunos, los cuales eran abundantes, con hamburguesas, chorizos, huevos aceitosos, waffles y otras cosas. Mi estómago reclamó… y mucho, no pude seguir el ritmo al cabo de 2 días y terminé por cambiarme a los cereales, solo cereales y leche, mientras veía como los demás se zampaban sendas porciones de tocino con hamburguesas, huevos y leche… todo revuelto. No saben cómo mis glándulas salivales deseaban una paltita, un barros luco, un pancito amasado con mantequilla, si… con el desayuno la sufrí.
Los almuerzos no fueron diferentes, todo era picante… todo era spicy, un pollito asado… spicy, puré de papas… con pimienta, arroz… picante. Todo tenía picante y mis intestinos sufrían las consecuencias. Normalmente, la señora de los yogurt Activia me envidiaría, funcionaba como relojito, pero durante este mes he estado más desordenado que cumpleaños de Amy Winehouse.
Claro que hay varias costumbres que me encantaría que tuviéramos en Chile y en Sudamérica, el servicio es  realmente envidiable. Si vas a una tienda, los vendedores te llueven, todos quieren ayudarte a encontrar lo que andas buscando y conocen muy bien sus productos, ya sea electrónica o ropa. Si estas en un restaurant, siempre vas a recibir una buena atención. Compré algunas cosas por internet y los despachos llegaron a tiempo y sin problemas, las compras on-line realmente son una excelente alternativa, y la experiencia es muy diferente a las atrocidades que he vivido comprando on-line en Chile. La otra buena costumbre es la de celebrar, salir a los bares, a los conciertos al aire libre, a bailar, da lo mismo, está la cultura de la entretención muy bien implantada y además, comienza temprano, porque a las 2:30 de la mañana, todo se cierra, con las celebraciones me llevo de recuerdo la primera tapá de hocico que hicieron los gringos. A pesar de ello, sentí cierto tipo de frialdad, como que cuesta entrar en sus territorios si no eres Estadounidenses, me imagino lo difícil que debe ser para un latino que se va a vivir y trabajar a USA.
En fin, serán apáticos y medios pesados, pero tenemos harto que aprender de ellos, de su forma de ser y de algunas de sus buenas costumbre, todo está ultra procesado y funciona, el sistema funciona y bien… lo mismo podríamos hacer los latinos si no tuviéramos esa idiosincrasia de siempre buscarle la quinta pata para sacar provecho de algo o de alguien.
Ahora escribo esto esperando mi conexión a Dallas y luego de vuelta a Santiago, que a pesar de todas las comodidades que viví, puta que se echa de menos.