Tu vuo' fa' l'americano - Part V: "I love $port$"

Y aquí estamos otra vez, a 8.408kms de distancia de casa, por esas casualidades de la vida volví a Cleveland antes de lo esperado. Como dice el dicho “caballo bueno, repite”.

Esta vez el panorama es totalmente diferente, es la primera vez que estoy en el hemisferio norte en invierno… y vaya qué invierno!. La última vez que estuve acá fue en otoño, salí bastante, conocí mucho, harto paseo. Pero ahora no dan ni ganas de salir, el invierno es crudo, con mucha nieve cayendo todos los días y temperaturas bajas sin tregua. Ayer se me ocurrió cargar bencina y me bajé del auto con -14°C, fue el estanque lleno más largo de mi existencia, terminé tiritando y no sentía mi nariz, jamás había sentido tanto frío en mi vida.

Eso sí, hay que admirar la preparación de los gringos, todos los días, puede nevar como en el polo norte, pero siempre las calles están despejadas y sin hielo, el pavimento se trata con anticongelante y sal, así puede haber montañas de nieve a los costados, pero la carretera siempre está limpia y segura.

Una preparación que asombra a los novatos como yo a este clima, por supuesto no iba preparado, nunca pensé que el frío sería para tanto, al segundo día de estar acá tuve que partir a comprarme unos bototos y un par de guantes térmicos, andaba con los calcetines mojados y los dedos morados… Huasito de La Cruz no mas poh…

Ahora, como el tiempo no está como para andar paseando, me he dedicado a recorrer lugares cerrados, como por ejemplo, el Quicken Loans Arena, hogar de los míticos Cleveland Cavaliers… bueno, de míticos no tienen mucho, porque el equipo lleva 16 partidos perdidos al hilo, si… 16 derrotas seguidas, pero es como San Luis, está chupa, todo cagado, sin chances de nada, pero se les quiere y la gente los apoya igual.

Nos conseguimos unos tiquets al sector VIP baratísimos, donde hay comida y trago gratis, si, lo oyeron, comida y trago absolutamente gratis. Porque además de deporte los gringos entienden que esta industria es un negocio, bastante rentable por lo demás, así que, además del partido en sí, a la gente le dan show en todo momento, porristas en el entretiempo, regalos de poleras en los Time-out, un DJ en vivo, entrevistas y concursos en los finales de los cuartos, etc. Distracciones en todo momento, por lo que no solo vas a ver un partido de Basquetball de la NBA, vas a un evento, de hecho, en el sector VIP, muchas veces la gente ni siquiera veía el partido, andaba en el bar o comiendo algo.

La dualidad radica justamente ahí, da la impresión de que el juego pasa a segundo plano, y que solo hay preocupación por hacer negocio a su alrededor, aunque por lo menos yo lo valido, no encuentro que sea malo generar ingresos por estos conceptos, ahora la pregunta es: Cuánto industrializamos?... dónde está la delgada línea entre el amor al deporte y el amor a la plata?... importa más la calidad del partido o la cantidad de plata generada?. Porque en EEUU, si que conocen a la perfección la frase “negocio del deporte”.

Todo es industria, todos los equipos, de todos los deportes generan mucha plata con sus juegos, incluso, se industrializan las ligas amateurs y semi-pro, que muchas veces tienen casi la misma convocatoria que los equipos profesionales, porque el gringo es especialista en identificarse con el equipo de su ciudad, o tienen alguna otra forma de explicarse que un equipo como los Cavaliers, que van últimos con 16 partidos al hilo perdidos, lleve 15 mil personas a un juego común y corriente?. Te venden la imagen, te venden los derechos de los partidos, te venden los souvenirs oficiales, te venden todo, de hecho, el minuto más caro de publicidad de TV en el mundo está en la transmisión del superbowl. Te venden tanto la pomada, que terminas identificándote y autoconvenciendote que tu equipo, ese que tiene su estadio en tu ciudad, en tu estado, ese equipo que ves todos los días en TV… ese equipo es el mejor y tienes que ir a verlo.

Por otro lado, debido a que importa más el negocio que la calidad del espectáculo, los gringos (aparte del basquetball) no son potencia mundial en otro deporte masivo, como que son buenos para todo pero no destacan en nada. Igual, al margen de todo esto, han sabido sacarle provecho a la situación y generan ligas, de hombres, de mujeres, de niños, amateur, semi-pro, profesionales, de soccer, de tennis, de golf, etc. Gracias al negocio generan movimiento, mucho movimiento y eso se agradece, porque te da el libro en blanco para que el cabro chico que se quiera desarrollar en alguna cosa lo pueda hacer, porque está la infraestructura, están las ganas, está el negocio y por último, y lo más importante, está el estímulo, porque lo ves en TV, porque ves a la gente alentando, porque ves que es entretenido, aunque el partido sea un bodrio.

En fin, me sentí como en Quillota, alentando al equipo de mi ciudad aunque no tuviera chance de ganar… si, me sentí como en Quillota, porque los Cavaliers finalmente perdieron y por paliza.