16 septiembre 2010

Tu vuo' fa' l'americano - Part I


Yo sé que hay muchos que ya han estado en EEUU y que incluso han vivido ahí, pero les pido que lean estas líneas como el huasito que soy no más. No me juzguen por ser picante.

Luego de estar 1 hora pasando por la policía de investigaciones (solo estaban abiertos la mitad de los puestos control) por fin me embarqué en el avión. No quiero sonar pasado a rollos pero hay un silencio sepulcral en el vuelo que va lleno de gringos, pocos chilenos, para un estadounidense no creo que sea muy grato viajar a EEUU en un American Airlines en un 11 de septiembre.

Llegamos a Dallas y de inmediato se nota el cambio organizacional, había unas 300 personas en inmigración y se procesaron en poco menos de una hora, luego vino lo esperable: revisión, interrogatorios personales “cuanta plata lleva consigo”, “tiene familiares en EEUU?”, “a que viene?” etc, etc. Sacarse los zapatos, el cinturón, la chaqueta, pasar por el control solo con pantalones y polera, y todos te miran para ver cualquier movimiento extraño… ciertamente te pone nervioso un negro de 2 metros con cara apática que te está mirando todo el rato.

Luego de todo el proceso, esperé mi vuelo hacia Cleveland, comiendo un Sándwich y tomando un jugo mientras veía televisión, se ve que la televisión gringa penetra mucho en las personas, estuvieron toda la mañana hablando del atentado del 9/11 y de si “América es segura o no”, eso provoca que la gente también hable de eso, y mucho. Finalmente, recojo mis cosas y llego al hotel, como esta es una ciudad relativamente pequeña, para EEUU por supuesto, el ritmo no es tan rápido.

Apenas llevaba un par de días acá y ya había visto todo lo que vi en las películas, el primer día me decidí a recorrer la ciudad y vi las casas con jardines grandes y sin rejas, al paco detrás del cartel con el motor encendido por si aparece un corredor, la morena con la chasca onda Macy Gray… todo lo que es USA. Incluso, hay calles en las cuales no hay veredas, porque todos andan auto, caminando me sentía como si pisara los jardines de la gente, nadie andaba a pie por las calles, incluso me preguntaba si estaba haciendo algo ilegal.

El hotel en donde hospedo queda lejos (si vas a pie) y como todo el mundo anda en auto, no hay espacio para el peatón, por lo menos lejos del centro. Por suerte, la compañía me pasó un auto mientras dura mi estadía (una VAN gigante y automática, muy al estilo americano) y con eso me muevo a todos lados y así me la he pasado en un curso lleno de gringos, que siempre están en su onda, no les importa mucho si tu eres extranjero y no entendiste sus modismos cuando hablan rápido, si entendiste bien y si no da lo mismo, solo son ellos y el resto si se adapta bien y si no, da lo mismo también. Hasta ahora, no ha habido mucha sorpresa, el pueblo americano es justo como me lo había imaginado… no existe mas mundo debajo de Texas. Espero me sorprenda y cambie mi primera impresión, me queda harto todavía por acá.

Ahora escribo esto bajo una densa tormenta eléctrica, con rayos, truenos, relámpagos, viento y una lluvia de los mil demonios, creo que será un 18 un poco… diferente.

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